Tengo muchas ferias de ciencia sobre mis espaldas, con alegrías y tristezas pero siempre apostando a mis alumnos, a que ellos cosechen experiencia, compartan con sus pares y pasen días diferentes incorporando conocimientos de manera no tradicional pero según mi opinión más efectiva.
Este año presentamos tres trabajos:
¿La escuela está enferma? Ganador de Feria de Ciencias Distrital
El Aceite de la vida – Mención
¿Comer o nutrirse?
Hoy mi homenaje quiere ser para MIS ALUMNOS de 2º1º de Polimodal de la EEMNº 9.
Y digo mis alumnos porque más allá de los premios recibidos me dieron un ejemplo de Unidad, Compromiso, Entrega y Solidaridad. Fueron todos para uno y uno para todos, sin fijarse a que grupo aportaban.
Estas pequeñas cosas son las que a uno le hacen decir todos los días “Que feliz que soy con lo que elegí para ser en mi vida”, “Aposte a la docencia como vocación y no me equivoque”.
Estas pequeñas cosas del trabajo docente que tengo en claro que es mucho más que trasmitir conocimientos, que es involucrarse y dar desde la humildad una serie de valores que la sociedad toda necesita.
No hay dinero en el mundo que pueda pagar la alegría en los ojos de un adolescente al ver que el trabajo realizado dio frutos.
Ahora viene lo más difícil, la obligación de mejorar para la feria regional.
Ahora viene el no quedarse dormido en los laureles y seguir trabajando.
Ahora hay que apuntar más alto, los que ganaron a buscar la perfección, a los que no les fue tan bien el mejorar para dar el gran salto.
Siempre pretendo que mis alumnos sean los mejores, amo a los que se juegan, a los arriesgados, a los creativos, a los que creen que es posible salir de la “mediocridad” reinante.
Porque siempre digo que “los mediocres nunca cosechan rosas por temor a las espinas” y ustedes me demostraron con hechos que pertenecen a esa adolescencia que siempre defiendo:
La adolescencia que sabe que sin esfuerzo y trabajo no se logra nada…
La adolescencia que cuando se los acusa de romper las normas es porque nosotros los adultos, no les supimos poner los límites…
La adolescencia que cuando agrede al adulto nos tendría que hacer pensar: ¿Por qué lo habrán hecho? ¿Qué hice yo para que se comporten así?...
La adolescencia pensante, que quiere participar y ayudarnos a mejorar nuestras prácticas áulicas porque sabe que en ellas se juega su futuro…
Queridos alumnos, nuevamente gracias por permitirme compartir con Ustedes esta actividad y este año en el que poco a poco voy conociendo facetas de ustedes que van más allá de la vida escolar, y en el que día a día intento dejarles el mismo mensaje que quiero para mis hijos:
Que todo se puede en la vida si se quiere…
Que no hay logros sin esfuerzos…
Que siempre habrá gente que nos pondrá piedras en el camino y es nuestro deber levantarnos rápidamente si nos caemos…
Que la vida está llena de momentos de felicidad, y que prolongar esos momentos depende de cada uno de nosotros…
Que hay valores a los que nunca debemos renunciar y que sobre todas las cosas nuestra dignidad no puede ser pisoteada jamás…
Que es preferible “morir con las botas puestas” que haber pasado por esta vida sin haber intentado dejar una huella en el corazón de quienes nos rodean…
Gracias por permitirme compartir estos lindos momentos y aquí estoy como siempre para lo que me necesiten
Prof. Miguel Mancuso
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